Estrenada a mediados de la década del 90 Cocinando con Elisa impuso en el medio, de inmediato, a su autora Lucía Laragione y una historia singular en la que el juego de poder y la perversión asoman como constantes dentro de un ámbito tan elemental como es la cocina de la casa de una familia acomodada.
Dos personajes muy opuestos dan forma a una trama oscura y escalofriante: una mujer mayor, especializada en la cocina francesa, y una joven ayudante, que llega escondiendo algunas cuestiones personales. Entre ambas, de inmediato, se desarrollará una relación de poder y de sumisión que generará mucha inquietud y que posibilitará reconocer unos instintos femeninos en los que la competencia, el castigo, la opresión, la destrucción y la muerte parecen moneda corriente a la hora de querer dominar, aunque sea dentro de un espacio doméstico.
Diez años después de su estreno la pieza de Laragione, se sostiene como uno de los mejores textos surgidos en ese lapso: una pieza original, muy bien escrita, abierta a distintas interpretaciones que van de la relectura actualizada de clásicos cuentos de hadas y brujas a la metáfora política de los años de la dictadura militar en nuestro país.--
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